lunes, 26 de septiembre de 2011

BTT TRIALERA LAGO AZUL CON DT GRUPO

De nuevo en el Lago Azul, esta vez con los compañeros de DT y BTTS Grupo.
Compañeros ciclistas, desde nuestra última salida este verano con David de BTTS Grupo, no habíamos tenido el placer de ciclar nuevamente con ellos. En esta ocasión hubo conjunción de astros, horarios y rutas para poder hacer una salida conjunta. Nuestro objetivo, la trialera Lago Azul cercana a Alcora. Una ruta muy entretenida y un soplo de aire fresco en nuestras habituales escapadas a la Sierra de Espadán. En esta ocasión me uní a los miembros de BTTS Grupo, grupo betetero del cual acudieron Fernando, Vicent de Burriana y Ernesto de Vila-Real. Lo dimos todo. Vamos con la ruta.

Salimos de Burriana Fernando, Vicent y un servidor. Nuestra primera parada era en Vila-Real. Como estaba un poco oscuro, optamos por evitar la carretera y desviarnos por Camí Santa Pau y luego enlazar con Camí de la Mar de Vila-Real.

Pero la liamos parda al meternos por error en el Camí Sant Pauet y al poco tiempo nos encontramos metidos en un huerto. Nada. Obtuvimos un desvío, un retraso y un pinchazo mío. El primero de la jornada. No sería el último. El paseo por los huertos nos permitió encontrarnos de cara, en el carril bici Almassora a los señores Julio y Manel, que transitaban en ruta alternativa a la nuestra.
Encontramos a Ernesto a la entrada de Vila-Real. Estuvo un buen rato esperándonos mientras nosotros nos entreteníamos en los huertos de Sant Pauet y cambiábamos mi cubierta delantera.

Dejamos atrás el polígono y al fin salimos del asfalto. Bajamos a la pedregosa rambla de la Viuda.Pasaje breve pero movidito.
La rampa de salida de la Rambla. Muy inclinada y pedregosa. Puso a prueba nuestras piernas y equilibrio. Vicent lo dio todo en este escollo. Nada serio. Tenía algo de prisa y dejó la ruta. A la próxima más Vicent.

Salimos a pista-camino rápidamente. El desvío rambla está bien para futuras incursiones. Al poco tiempo llegó el segundo pinchazo de la jornada, esta vez rueda trasera deFernando. No sería el último!


Antes de llegar a la carretera de la Espuela, probamos un tramo de pista con subidas y bajadas muy bueno para planificar futuras rutas.


Aunque no lo parezca, en una rampa al 15%, Ernesto puso el turbo y los demás a apretar y subir las pulsaciones.
Entramos en la carretera y de premio nos llevamos dos nuevos pinchazos. Míos en esta ocasión. Mi rueda trasera en el suelo. Coloqué mi segunda cámara y empecé a inflar. Cuando la rueda estaba casi dura, la cámara explotó…defecto de fabricación. Fernando me prestó una de sus cámaras y pudimos seguir adelante.No sería el último pinchazo!

Tomamos la pista a la izquierda pasada la Espuela y fuimos en busca de la trialera del día Lago Azul. Una buena subida en la que Ernesto nos apretó de nuevo las clavijas!

El ritmo era bastante exigente y el estómago estaba muy vacío!
La trialera Lago Azul dejó un buen sabor de boca general. Se dio todo. Incluso hubo un par de caídas, a reducida velocidad afortunadamente. En la zona más rocosa Ernesto andaba distraído con una de sus calas y en menos de lo que tarda en decirse “Coconut” estaba atrapado por su bicicleta al estilo cepo. Y como Fernando iba detrás lijándole la rueda…hubo una caída en cadena, sin consecuencias. No vi nada, sólo oí exclamaciones a mis espaldas. A parte del pequeño incidente, la trialera se dejó bajar bastante bien, a ratos rápida en un sendero entre arboles y a ratos más técnica en zonas escalonadas y rocosas, pero que pueden superarse eligiendo la
trazada correcta.
Tuvimos que subir para alcanzar el punto inicial de la trialera y así completar el bucle. Regreso hacia casa. Tras consultar a un biker que venía de cara, tomamos un atajo que nos ahorró
un bucle en subida que hicimos en la ida.
Bueno para cumplir el horario.

Muy rápida la bajada hacia la Espuela. Pista fina, rauda y deliciosa. Ya en la carretera de la Espuela, nos permitimos confraternizar con un gupo ciclista y compartir su ritmo. Incluso
Ernesto los espoleó un poquito a ver si aceleraban! Los dejamos atrás, qué grande. Aunque fue porque uno de ellos también pinchó!

Nos acercábamos peligrosamente a las 12 de la mañana. Hora tope de nuestra aventura. De manera que hubo que enfilar por el camí Fondo dirección Vila-Real. El tramo pantano Mª Cristina lo dejamos para otra ocasión. Ya en Vila-Real aún tuvimos tiempo para un quinto y definitivo pinchazo de Fernando. La rueda presentaba 3 orificios.

Moraleja, después de una fuerte tromba de agua, no salgas en bicicleta, a menos que disfrutes de ruedas tubelesssssss.

Hasta la próxima salida!!!

Crónica ofrecida por Quico de DT.




domingo, 11 de septiembre de 2011

BTT Onda - Trialera 'Pino Enano' - Suera

Hola amigos, tras un verano intenso, con un elevado ritmo de salidas, que alcanzó durante las vacaciones una cadencia de salidas de hasta cuatro veces por semana, con unas rutas cuasi maratonianas de un promedio de 60 kilómetros, tocaba para oxigenar, cambiar el registro y adentrarse en el mundo de las trialeras y los cortos pero intensos recorridos.

Así que David, sufridor y “seguidor de ruedas” donde los haya, programó una salida con el incombustible Alexis (el famoso, controvertido y vilipendiado “Alecsis 21” de wikiloc), experto trialero y profundo amante de la montaña, el cual nos prometió una salida acorde a nuestras posibilidades.

La salida fue en el punto habitual, con la salvedad de que adelantamos en 10 minutos la hora para poder cargar las bicis y salir a las 7:30 en punto.

Esta vez llegué el primero, pero cuando crucé la Ronda Pedro IV y me dirigía al bar, me apercibí de un desagradable sonido de aire a presión, sintomático de que había pinchado nada más salir de casa.

Así que ni corto ni perezoso, tumbé la bici y me puse a reparar el pinchazo, con el plus de tener que aguantar a un par de sujetos (entre ellos “el polero”y Sergio el fumeta”) que con sus consejos, en su estado de embriaguez, no parecían acabar de convencerme.

Mientras tanto, David y Alexis llegaban puntuales a la cita. De tal suerte, que cuando me vieron creyeron que estaba quitando la rueda para poder introducir la bici mejor en el coche, pero no cayeron en la cuenta de que estaba quitando la rueda de atrás (menuda tontería pudiendo quitar la de delante), así que tras un par de minutos con la reparación en solitario, tuve que hacerles aspavientos para que se acercaran y me ayudaran, al menos, a entretener a mis nuevos amigos etílicos.

Superados estos pequeños contratiempos con humor, dirigimos nuestros vehículos hacia la vecina población de Onda, dónde aparcamos en una urbanización de reciente factura ubicada en la salida Norte del pueblo.


Una vez montadas nuestras máquinas el reloj marcaba las 8:20, así que sin más demora Alexis cargó la ruta en el GPS y salimos disparados hacia la zona del cementerio. A partir de este punto comenzó nuestro particular calvario, ya que tuvimos que afrontar un ascenso que comenzó por asfalto y que unos pocos metros antes de coronar pasó a tierra y roca. Necesario calentamiento para poder entrar en materia con el cuerpo preparado.

A unos pocos pedales de la coronación Alexis detuvo la marcha y con gesto serio, circunspecto y decidido comenzó a bajar el sillín parsimoniosamente. La reacción de David no se hizo esperar y, pese a saber de antemano dónde se metía, comenzó a soltar una increíble serie de improperios dirigidos a un sonriente Alexis que más que afrontarse, parecía disfrutar apaciblemente del momento.

A partir de este momento, el descenso por la trialera fue una experiencia mística, por primera vez, pude comprobar la capacidad de absorción de la doble suspensión. Haciendo caso a los consejos de los sabios dispuse mi trasero hacia atrás y me dejé guiar por dónde mi rueda delantera, que cobró vida propia, quiso pasar. Los pasos angostos se sucedían, los tramos con piedras gruesas y alturas considerables entre ellas, no dejaban margen de duda en el descenso, lo cual me obligó a tomar una actitud cuasi kamikaze, facilitada por el tremendo subidón de adrenalina. ESPECTACULAAAAARRR!!!

La anécdota de la jornada la propició el GPS, que nos propuso cruzar un cercado con aspecto de contener reses o cualquier otro animal digno de ser contenido, pero que, gracias a la cordura de David, decidimos no afrontar. Efectivamente, la ruta se había desviado un par de metros y la senda no era la correcta.

Después de la trialera, el resto del trayecto hasta Sueras se me antojó como un paseo por el carril bici, a pesar de la inclinación de algunas rampas que tuvimos que afrontar, para poder almorzar finalmente en Sueras, desde dónde decidimos volver por carretera a Onda, cerrando así una divertidísima ruta circular.

Lo más alucinante fue el tiempo empleado para la distancia recorrida, muy alejado de nuestros promedios. La velocidad media de la ruta estuvo por debajo de los 10 km/h, así para realizar 22,69 kilómetros empleamos 2 horas y 20 minutos.

En conclusión, una modalidad de salida muy distinta a la que hemos practicado con anterioridad, que en la parte positiva presenta: menos asfalto, abundante diversión con tramos muy intensivos y más técnicos, pero que por contra: obliga a desplazarte hasta el lugar de la ruta en coche, requiere de un GPS para guiar la ruta, necesariamente incluye algún que otro rato a pie y mayores probabilidades de salir magullado.

Así que si os parece bien, para el próximo Domingo os propongo una salida mixta con una buena ruta hasta Cocons y un descenso por trialera hasta Eslida, que según Alexis es “guapa, guapa!!!”.

No se si eso es bueno o malo, pero, si queréis que no os lo cuenten, no falléis, estáis todos invitados.

Hasta pronto.




miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ascenso por las zetas a Cocons con descenso por la Solana

Hola amigos, lo prometido es deuda y la salida del Domingo, tal y como estaba anunciado en la crónica anterior, no os quepa la menor duda, que colmó todas nuestras expectativas.

La agenda marcaba la hora y el sitio habituales y establecía la ruta como “por concretar”.

Comprobamos con estupor que los supuestamente “fijos” a las 7:30 no habían aparecido (David por problemas con su hombro y Vicente, conjeturamos que se olía la machada) y que los allí congregados (pertenecientes a una penya, con cubatas y otros estupefacientes entre manos) nos miraban como si fuéramos seres de otro mundo, así que decidimos salir echando leches para poder completar la ruta dentro de una hora prudencial, que era el objetivo de la jornada.

Para evitar realizar kilómetros innecesarios a nuestro querido btterogroguet”, establecimos un punto de encuentro a los pies de la muntanyeta, en la confluencia del “Palmeral” con el “camí dels Artanencs” a las 8:00, hora en la cual encontraremos a Ernesto en futuras salidas confirmadas.

Tras dejar atrás el tan denostado Collado Norte, decidimos seguir por carretera hasta Artana y tomar el camino de asfalto que desemboca en el ermitorio de Maria Cristina.

Continuamos por carretera, cruzando Eslida por el centro, hasta la altura del desvío de la Font de San Josep y cerca de las 9:00 empezamos el duro ascenso por las zetas.

El ritmo de subida fue endiablado y ambos sudamos la gota gorda, pero, a las 9:15 habíamos conseguido coronar, no sin esfuerzo, y con gran satisfacción por ambas partes.

Llegados a la cima concluimos realizar una parada gastronómico-cultural, que incluyó un par de barritas energéticas en el interior de la cueva natural, que se encuentra al margen izquierdo de la senda en sentido ascendente.

Con posterioridad a las fotos pertinentes, reemprendimos la marcha con la desagradable sorpresa de un pinchazo en mi rueda delantera, que retrasó el horario de nuestra ruta en aproximadamente un cuarto de hora.

El descenso de Cocons por la Solana, fue un plato que degustamos con calma, ya que la afluencia de bikers por la zona, siempre notable, y alguno que otro, que en las rampas del 16-21% se encontraba dándolo todo, incluso invadiendo el carril de descenso, aconsejaba prudencia y respeto por los sufridores compañeros.

Cuando dejamos atrás la mítica mecedora de la “abuela de la curva”, el reloj ya marcaba las 10:20, tocaba apretarse los machos y bajar como las balas, así que decidimos continuar por carretera, dónde a algún ciclista senior con su flaca le levantamos los adhesivos.

En el punto de encuentro a los pies de la muntanyeta, nos separamos cada uno por su camino, con la sensación de haber realizado una buena etapa, a pesar del pinchazo, en un tiempo excelente, ya que a las 11:10 ya me encontraba en casa listo para darme una ducha y llevar al peque al encierro infantil, la parienta contenta y yo muy satisfecho de la jornada, que como habéis podido comprobar se puede realizar (eso sí, sin parada en el bar) dentro de un horario habitual.

P.D. Disculpadme por la demora.

Un abrazo a tod@s.