viernes, 12 de agosto de 2011

Los Toros, Perfumes, Asfalto infernal.

Nueva salida vacacional, hora y sitio habituales, pero, llegué tarde, las 7:35, como no, estaban preparados David y Vicente; la retirada forzosa de David el Martes me estimuló una paranoia por salir de casa bien “limpito”.

La salida convenida para hoy era Cocons por las zetas, pero me encontré inmerso en un pacto de no agresión entre los susodichos, que se confabularon para realizar una etapa lúdico-festiva (en mi fuero interno lo agradecí, ya que el cansancio del Martes aún se hacía sentir en las
piernas).

Todoapuntaba a realizar un ligero paseíto, pero la velocidad desplegada en el Palmeral no presagiaba nada bueno, así que, antes de cruzar la nacional, acordamos subir a Artana por “los toritos”. David solamente abría la boca para maldecirnos y no paraba de preguntarse por qué coño no se había quedado en la cama.

Llegados a la ladera de la muntanyeta por el Palmeral, eché mano de mis conocimientos recién adquiridos del “terme” y nos dirigimos a Betxí por el Camí de Usó, para a continuación torcer a la izquierda por el Camí les Vinyes; al término del cual, se encueeché ntra un túnel a mano izquierda, que te permite cruzar la autovía y te deja a los pies del ascenso a los toros. Los
toros, como de costumbre, y aunque suene a tópico, no defraudaron. Tras algún ligero escarceo de Vicente con el polvo, el que realmente nos sorprendió por su aspecto demacrado fue David. Su cuerpo no era capaz de exudar todo el ron remanente y tras un espejismo de euforia en la
subida, y un hachazo frustrado, se mareó tras coronar (que le quiten lo “vailao” con los sounders). Suerte que su ángel de la guardia Vicente tenía un brebaje que le hizo resucitar temporalmente. Tras la parada obligada por las circunstancias y la debida foto, iniciamos
el descenso en el cual el Boss nos deleitó con su estilo de free rider habitual.

La llegada a Artana nos sumió de nuevo en la incertidumbre, así que finalmente pensamos en nuestro compañero, y en vez de ir a almorzar, decidimos poner rumbo a Perfumes y coronar la rampa de asfalto infernal (así pensamos, que el hombre terminaría de destilar el ron). Ah sí, el
charco, para aquellos de vosotros que os lo estabais preguntando, seguía inmutable en su sitio tras una semana sin llover.
Después de la coronación, decidimos bajar por la primera senda a la izquierda, suponiendo que todos los desvíos te llevan a la CV-223. Craso error, la muy cabrona comenzó a ascender pretendiendo que atravesáramos un montículo bastante peliagudo. Dimos media vuelta y la dejamos para otro día. Descendimos por la ruta de asfalto acostumbrada.

Finalmente, decidimos almorzar en Artana, en lugar de hacer la paradita de las “galletitas”, dándonos así una merecida concesión, después de tantos días de pelear. Pues lo dicho, paramos en el Artalia para ver a la “xiqueta” y David volvió a tener otra alucinación. Esta vez su ilusión consistía en imaginarse un almuerzo a base de pechuga de pavo con pan integral, agua y té. Fue un efímero delirio, pues en cuanto olió la cerveza se remojó el bigote que dio gusto y se pidió bocata de longanizas con tortilla y tomate y se embelesó pensando en el postrer carajo. El
almuerzo fue de libro, bocadillos a demanda, dos litronas, carajillos correspondientes, conversación actual (la selección, mercado de fichajes, el clásico, la crisis y un poco de Porcelanosa) tiempo más que aceptable para semejante cartel. Cabe destacar las sutilezas de David que pretendía devolver un vaso por su, más que evidente, poso de roña y su búsqueda de servilletas en un sitio donde no abundan (¡¡que estamos en Artana cuñao!!).

Para la vuelta, nada nuevo bajo el sol, decidimos bajar por la romana para seguir charlando tranquilamente de los temas del almuerzo, pero, nada sorprendente, nos encontramos bajando a todo trapo y nos acordamos de la romana en el desvío al puntal. Así que volvimos a bajar de la hora en nuestro descenso desde Espadán hasta la capital de la Plana Baixa.

Tras acordar que un humilde servidor realizaría la crónica y porfiarnos, por enésima vez, a intentar Cocons por las zetas el Sábado, nos separamos satisfechos de haber interpretado la salida acertadamente, confirmando así, que en este deporte las opciones de práctica son múltiples y todas ellas respetables.

Así que, no me enrollo más, el Sábado más y mejor.

2 comentarios:

Centfocs dijo...

Acabamos de descubrir un nuevo narrador con una oratoria digna de este humilde blog, mi enhorabuena Fernando, espero que esta sea la primera de un gran numero de crónicas que redactes y nos deleites con tu verbo fácil y de excelente lectura.Conciso, descriptivo y elocuente, por fin a salido un duro competidor a nuestro querido y respetado cronista Julito, deseo que esto nos traiga grandes crónicas para satisfacion tanto a nuestros posibles lectores como a los integrantes de este grupo.Un saludo.

e-mail dijo...

confirmo y subrayo lo dicho. Genial